Me llamo Silvia Llop y he pasado por todas las fases del proceso de venta, desde trato con los clientes, facturación y etiquetaje hasta embalaje y preparación de los pedidos, pero he encontrado mi sitio en el área creativa: márketing y blog. A mí la Shungit me enamoró una noche de verano en la cual tenía más de una veintena de picadas de mosquito repartidas por las piernas. Soy alérgica y, aunque me puse las cremas más agresivas, nada me aliviaba y no conseguía dormir. Cansada y enfadada, me levanté de la cama y decidí engancharme con celo un escudo redondo de Shungit en cada picadura. Cinco minutos después estaba dormida. Desde ese día tengo una bolsita llena de escudos que siempre llevo conmigo.
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