Los seres vivos despliegan un campo magnético o campo de energía a su alrededor llamado Aura. Esta nube energética es capaz de transmitirnos numerosas informaciones sobre nuestro estado de ánimo o nuestra salud. El doctor Walter Kilner fue de los primeros en publicar, en 1912, el resultado de las experiencias realizadas durante cuatro años en diversos hospitales de Inglaterra para demostrar la existencia del aura. Una prueba de los avances en el estudio del aura la tuvimos hace unos años cuando nos presentó sus trabajos el físico Konstantin Korotkov, catedrático de la Universidad de San Petersburgo y creador de la técnica GDV (Gas Discharge Visualization) que permite visualizar por ordenador el campo de energía humano o aura.
Albert Einstein explicó que la materia es una ilusión creada por la velocidad de la vibración de diversas formas de energía.
¿Qué es el aura?
El aura puede ser definida como un campo energético, una especie de emanación vibracional de colores, un cerco magnético generalmente invisible al ojo humano (por lo menos a primera vista, porque es menos denso que el cuerpo físico), que se sitúa alrededor del cuerpo. El aura es un halo de energía que se desprende de la piel, formada principalmente por fotones. Tiene forma ovalada, adoptando diferentes colores y múltiples matices.
El aura está formada por dos capas: la primera, separada del cuerpo por unos milímetros, está integrada por pequeñas flamas en movimiento, representa la energía que se desprende de nuestras células. La siguiente capa es como una neblina que oscila entre los 30 y los 90 centímetros de espesor, y que está conformada por varios colores, refleja las emociones.
Este campo áurico sobresale del cuerpo un promedio de 1 metro por todos los lados. También se extiende por encima de la cabeza, y más allá de los pies.
Muchas personas confunden las palabras "aura" y "aureola", que son distintas, pues el aura está alrededor de todo el cuerpo, mientras que la aureola está encima de la cabeza y es una representación de la apertura del chacra de la corona, que suele pintarse como un círculo en las imágenes de los santos.
¿Qué se detecta a través del aura?
A través de una lectura del aura se pueden detectar las disfunciones que se producen en el cuerpo físico, cualquier tipo de enfermedad y en el ámbito de las emociones, tristeza, apatía, depresión... Una persona con la facultad de leer el aura puede describir la forma de ser, ver el pasado, el presente e incluso, en ciertos casos, realizar una proyección de futuro; puede revelar temores conscientes e inconscientes.
El físico Konstantin Korotkov afirma que buena parte de las dolencias del ser humano se deben a ligeras "desviaciones" del estado de salud ideal, a desarmonías o desajustes y que a través de una lectura del aura podemos actuar sobre ellas antes de que se manifiesten en forma de enfermedad. Es decir, podemos reequilibrar el organismo antes de que enferme percibiendo dónde empieza a fallar.
Aquellos que curan apoyándose en la lectura del aura, primero equilibran el plano en donde está concentrado el balance energético negativo y después se concentran en sanar el área física mediante transmisiones de energía.
A través de la lectura del aura también se detecta la empatía o la aversión que pueden sentir dos personas, antes de que se conozcan.
El invento del ingeniero kirlian
Otro de los hombres que han estudiado más exhaustivamente la fenomenología del aura es, sin duda, el ingeniero ruso Simeón Davidovich Kirlian. Un día, Kirlian fue invitado a ver una demostración de una máquina que efectuaba electrocardiogramas y en el curso de la misma notó que entre el electrodo cubierto con el cristal y la piel del paciente había una cierta luminiscencia, debido a la electricidad que fluía entre la piel y el instrumento. A partir de ese momento, se propuso plasmar esa luminiscencia en papel fotográfico. Esta idea fue el comienzo de una serie de experimentos que culminaron con lo que actualmente conocemos como cámara Kirlian.
¿Qué es una kirliangrafía?
Una kirliangrafía es una fotografía obtenida mediante el método Kirlian. La cámara Kirlian permite analizar el fluido magnético que emite una persona y de esta manera poder estudiar su aura. Se obtiene así el llamado efluviograma o la plasmación del estado de nuestra energía en la fotografía.
La Cámara de Kirlian fue inventada por el matrimonio Kirlian (Simeón y Valentina) en el año 1939, en el laboratorio del Hospital de Alma-Ata, en la Unión Soviética.
La kirliangrafía es capaz de descubrir, según su inventor, una enfermedad con seis meses de anticipación. También detecta estados emocionales alterados o actitudes positivas o negativas
Al principio se realizaba la fotografía del cuerpo entero del paciente, pero a medida que se ha sofisticado el sistema, se ha descubierto que en las yemas de los dedos se concentra la imagen del cuerpo entero. Así, la impresión de las yemas de los dedos de la mano izquierda mostrará nuestra personalidad racional, y en la derecha tendremos el reflejo de nuestra vida afectiva. Del mismo modo, cada dedo refleja una parte nuestro organismo, por ejemplo, en el dedo pulgar se reflejan la garganta, el oído, el sistema linfático y los pulmones. Esta información la obtenemos a través de los meridianos de acupuntura.
El aura muestra nuestros cambios de ánimo
Los estados de ánimo quedan reflejados en el aura, ya que ésta representa los movimientos de nuestra energía. Cuando una persona se siente triste o deprimida, su aura se oscurece, adquiere tonos grisáceos. En cambio cuando alguien está feliz su aura puede tornarse rosa o anaranjada. Un aura roja puede ser sinónimo de peligro, de nerviosismo o presión.
Ciertos hábitos, como el consumo abusivo de drogas, llegan a agujerear el aura, dejando un espacio por donde se escapa nuestra energía y permite la entrada de enfermedades.
Aprender a observar el aura nos permite conocernos mejor, tanto a nosotros mismos como a nuestros semejantes.
¿Cómo podemos ver el aura?
Algunas personas han nacido con la facultad de ver el aura, pero la mayoría lo ha conseguido a base de esfuerzo y tesón, siguiendo unos ejercicios simples. Para ver el aura debemos situarnos en un lugar con luz suave, indirecta. La parte del cuerpo que nos ofrece más facilidades es la mano. Necesitamos una hoja de papel blanco (que sea más grande que la mano), también puede servirnos una pared blanca.
- Realizar tres respiraciones profundas de relajamiento.
- Poner la mano en el papel.
- Mirar la mano, pero fijando la vista en las puntas de los dedos.
- Después de unos minutos, debe empezar a vislumbrarse una neblina alrededor de la mano.
Al principio es probable que se vea en blanco y negro, pero si se persiste (o se realiza el ejercicio varias veces), se empezarán a ver colores. Primero uno sólo y después varios a la vez.
La práctica y las repeticiones son fundamentales para obtener buenos resultados. Más adelante se puede probar con un amigo (poniendo de fondo una pared blanca).
¿Cuál es el significado de los colores del aura?
Rojo: es el color de Marte, el planeta de la guerra, la fuerza, la pasión, la energía y el deseo. En el aura marcará una persona de acción, que a menudo genera conflictos para destacar y a la que le gusta solucionar problemas. El rojo oscuro puede simbolizar un temperamento fuerte.
Anaranjado: el color de la creatividad, cordialidad y de la consideración. Nos acerca a un buen nivel de autoestima y a una sensación de felicidad.
Amarillo: el color de la actividad mental y el optimismo. Marcará a la persona activa intelectualmente. Un amarillo dorado nos acercará a alguien con valores estables, con un código ético. Un amarillo demasiado pálido nos dará al enteradillo.
Verde: el color del equilibrio físico, de la curación, de la simpatía, la calma. Una persona con verde en su aura puede ser buena curandera. Un verde oscuro puede mostrar inseguridad.
Azul: el color de la calma, el equilibrio y el silencio, puede generar una cierta paz interior. Pero una persona con azul oscuro puede inclinarse hacia los extremos y mostrarse demasiado fría con las emociones ajenas, insensible.
Índigo y Violeta: Marcan una búsqueda espiritual, tendencia a apartarse del mundanal ruido para meditar. Si son oscuros, pueden dar dificultades para materializar las cosas, para ganar dinero.
Negro: es el color de Saturno, el planeta de la rigidez y la restricción. Puede reflejar tristeza, apatía o incluso depresión. También puede marcar a alguien que busca seguridad.
Rosa: el color del amor, la compasión. Aparecerá cuando alguien está enamorado. También refleja belleza y armonía. Rosa oscuro puede representar inmadurez o superficialidad.
Blanco: refleja pureza y verdad, simpleza y transparencia. También es un color de tránsito, de duda.
¿Cómo mantener equilibrada nuestra aura?
Puesto que el aura refleja los distintos estados de ánimo de una persona, para mantenerla equilibrada, lo principal será enfrentarse a los acontecimientos diarios con una visión positiva. Uno de nuestros objetivos cotidianos debería ser acabar el día sin habernos enfadado con nadie.
La importancia del punto anterior se fundamenta en la teoría que proclama la Cábala, que existe en el universo una fuerza de Atracción que propicia que las energías se atraigan. De este modo, si lanzamos un pensamiento negativo (de tristeza, de envidia, de frustración) atraeremos hacia nuestra aura energías (y a las personas que las portan) del mismo calado. Lo mismo sucederá si emitimos alegría, felicidad o amor. Tendremos pues interés a que sean estos últimos los argumentos a defender.
El aura varía con la edad
Del mismo modo que nuestro cuerpo físico envejece y que las facultades mentales y el estado de salud cambian, nuestra aura también sufre sus transformaciones. Tiende a variar de tonalidad, puesto que la energía que emitimos deja de tener la misma intensidad. Los ancianos suelen emitir en colores un poco más apagados y con gamas de colores menos extensas. Por otro lado, es importante resaltar que el aura gana en estabilidad a medida que la persona se hace mayor. Ello es debido a que generalmente la madurez nos lleva a ser más equilibrados.
Si la capacidad mental mengua cuando la persona se retira, también lo harán los colores asociados a ella, como el marrón o el gris.
Los animales y las plantas también tienen aura
Cada ser tiene su propia aura, o campo energético, empezando por el reino mineral y pasando por vegetales y animales. Para probarlo, podemos experimentar con ellos con el mismo método que hemos descrito anteriormente para visualizar el aura de una mano.
Una utilidad importante de la cámara de Kirlian (a parte de la aplicada al ser humano) consiste en las fotografías que se han logrado acerca de la vida de las plantas y sus procesos de desarrollo.
El matrimonio Kirlian perfeccionó una máquina con la cual estuvieron trabajando para el ministerio agrario de su país, estudiando el aura de múltiples plantas, con lo que obtuvieron conclusiones muy interesantes. Por ejemplo, en algunos experimentos cortaron las hojas a una planta y teorizaron con la posibilidad de que sintieran dolor, vistas las transformaciones que sufrió su aura.
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