A todos nos ha sucedido alguna vez estar pensando con insistencia en una persona y que ésta nos llame o incluso que alguien nos hable de ella. Pero pocas veces hemos sido conscientes del hecho que ese contacto lo hemos propiciado nosotros mismos. También nos ha ocurrido concentrarnos mucho en una labor y sorprendernos al acabarla y comprobar que en lugar de tres horas, sólo habían transcurrido treinta minutos desde que la iniciamos. Estos son ejemplos de conciencia láser.
Concentración ésa es la principal diferencia entre la conciencia láser y la conciencia normal. El láser es un aparato que focaliza su haz de energía en un punto, multiplicando muchísimo su potencia. Nosotros podemos actuar como láseres y de hecho lo hacemos cada vez que somos capaces de concentrarnos al máximo en la tarea que estamos realizando.
Se trata de esforzarse para realizar cualquier labor sin pensar en otra cosa. Por ejemplo, si estamos planchando, concentrémonos en quitar las arrugas; si estamos cocinando, pongamos amor en cada uno de los ingredientes utilizados; si trabajamos, tratemos de centrar nuestra atención en esa labor concreta; si jugamos con una criatura, desconectemos el móvil y el portátil.
Al hacerlo estamos multiplicando nuestra eficacia y reduciendo el tiempo de ejecución. Esto es lo que les ocurrió a las dos personas cuyo ejemplo me ha servido para iniciar este artículo:
“Estaba cayéndome por unas escaleras, pero me daba la impresión de caer tan despacio, que tenía tiempo de poner las manos para cubrirme la cabeza cada vez que me la iba a golpear, cuando llegué abajo, estaba ileso”. “Tuve un accidente de coche y mi vehículo empezó a dar vueltas de campana, pero lo curioso es que lo viví como en cámara lenta y cada vez que golpeaba el techo, me agachaba para evitar lesionarle la cabeza. Milagrosamente, salí ileso”.
Aunque el uso de la conciencia láser en sus accidentes fue inconsciente, les vino de forma natural sin que ellos lo provocaran. Pero es posible hacer lo mismo de forma consciente, sólo se necesita práctica. (un ejemplo de ellos sería la saga Matrix).
Cuando más desarrollemos nuestra capacidad de concentración en las actividades diarias, más cerca estaremos de la conciencia láser y de sus beneficios.
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